Este sitio no es más que el grito de protesta de quien perdió la voz criticando a la sociedad.
Espero no perder ahora las huellas dactilares...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Un pasito más, o un pasito menos, hacia la igualdad


Aunque muchos tachan la idea de frívola, yo creo que el hecho de acabar con la primacía del hombre sobre la mujer en otro aspecto más no es asunto baladí. Esta sociedad moderna que presume de progresista no puede permitirse mantener vestigios de ese pasado tan machista que lastra las conciencias (y, sobre todo, las subconsciencias) de todos.
  Hace poco más de un año escribí un artículo que tenía por título “Yoooooo, soy machista porque el mundo me ha hecho asíiiiiiiii” y que cuestionaba los motivos por los que la gente no se plantea las normas sociales actuales arraigadas en la tradición machista. Antes de publicar el texto me robaron el ordenador portátil (malditos hijos de puta) y, con él, dicho artículo. Ahora, aprovechando la noticia con que nos sorprendió el Gobierno la semana pasada no me resisto a reescribirlo.
Hablaba, precisamente, del orden en que los hijos heredan los apellidos. En la sociedad tradicional que precede a la nuestra era lógico que el apellido paterno prevaleciese sobre el materno puesto que las costumbres eran machistas. Lo ilógico era que las costumbres machistas siguiesen vigentes. En fin…
Sin embargo, la sociedad actual, me refiero a quienes hemos nacido bajo la bandera de la Constitución, no puede aceptar sin cuestionar ciertas normas sociales, legales o no, de trasfondo discriminatorio. Aunque no puedo presumir de haber leído la Constitución Española de 1978 entera, sí conozco algunos artículos y dudo que haya alguien en este país que no haya oído nunca “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (artículo 14).
Así, yo daba por hecho que el orden de los apellidos podía ser a libre elección por los padres y hace muchos años que vengo reivindicando el tema convencida de que las leyes vigentes se amparaban en la Constitución. Cuál ha sido mi sorpresa cuando al leer la noticia de la pasada semana al respecto de la propuesta del Gobierno para establecer el orden de los apellidos, he descubierto que fue en 1999, y no antes, cuando se introdujo en el Código Civil la posibilidad de que los padres decidiesen invertir el método tradicional. No obstante, en caso de desacuerdo, seguía y SIGUE prevaleciendo el del padre. ¡Pero qué ignorante soy al obviar una incongruencia más de nuestra moderna Constitución! Necesito una tila, ahora vuelvo.
He sacado el tema de anteponer el apellido materno al paterno con amigos y conocidos en innumerables ocasiones y éstos son sólo algunos de los comentarios que recuerdo:
-       Ah, pero ¿qué se puede? – Esto lo oí tanto de hombres como de mujeres. ¿Acaso alguien se extraña de que un maestro y una maestra cobren lo mismo? ¿O un médico y una médica?
-       ¿Y qué más da?- Pues eso, si da igual…
-       A mi mujer le da igual. – Sí, pero ¿a que no se lo vas a preguntar?- insistí.- Silencio.

Navegando por Internet (mientras se cocían las lentejas) he comprobado que algunos tachan la idea del Gobierno al respecto de ordenar los apellidos de los hijos por orden alfabético de “políticamente correcta” y de “obsesión feminista”. Y yo me pregunto ¿hay algo de malo en que las leyes sean políticamente correctas? ¿Cómo si no deberían ser? Y con respecto a lo de obsesión feminista…. No pretendo dar lecciones a nadie pero… según la Real Academia Española de la Lengua quien no es feminista es machista pues define feminismo como la “doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres”. Y, en su segunda acepción, lo deja todavía más claro definiéndolo como el “movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres”.
Así, quien crea que feministas son sólo las lesbianas o las personas que desean la primacía femenina sobre la masculina o bien es un ignorante, o bien un machista.

Con la nueva Ley de Registro Civil –en trámite parlamentario y que entraría en vigor dentro de dos años- los apellidos de los hijos, si hubiera discrepancia, se impondrían por orden alfabético. Es más, se pondrían por orden alfabético si los padres no expresasen su preferencia.
Ya hay quien dice que, de este modo, los apellidos que comienzan por las postreras letras del abecedario están condenados a desaparecer.
En fin, la propuesta por el Gobierno es sólo una fórmula, como lo es la de lanzar una moneda al aire (ante notario o no) y elegir quien acierte. O como la que consensuamos mi marido y yo hace mucho tiempo en la que uno antepone el apellido y el otro elige el nombre de los hijos. O como la de anteponer el apellido de la madre al del padre durante los próximos siete siglos que es el tiempo que ha permanecido en vigor el modelo tradicional. La idea es conseguir una fórmula no discriminatoria.

Yo considero la propuesta del Gobierno como una excusa para producir el necesario debate social que consiga que TODOS Y TODAS se enteren de que el modelo que antepone el apellido del padre al de la madre es machista. Y quien acepta y asume roles y normas sociales machistas es, consciente o inconscientemente, machista. Por eso dudo que, si llega a aplicarse la fórmula propuesta por el Gobierno, vaya a suponer el ocaso de los apellidos que empiezan por las últimas letras del abecedario. Simplemente porque las parejas debatirán el tema (ahora sí se va a hablar de eso) e irán al Registro Civil con su preferencia por lo que el orden alfabético en raras ocasiones se aplicará.

Amparo García Barberá

2 comentarios:

  1. Amparo, gran tema y gran reflexión sobre él... Vivimos en una sociedad, en la que nos dejamos llevar por todo, todo nos da igual y no luchamos por casi nada, somos como ovejas de un rebaño, sin pensamiento, ni identidad propia. Es una pena, pero es así. Menos mal que aún queda gente DIFERENTE como tú.
    ¡¡Gracias por compartir estas reflexiones a modo de protestas!!
    Un abrazo para ti, un saludo para Carlos y un pequeño achuchón para Román.
    Sarai.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, yo no me considero del linaje de los "Catalán"y por lo tanto me da un poco igual que mis hijos hereden éste como primer apellido o el de mi marido. Pero, aunque yo le de a este tema una importancia "relativa", evidentemente, el hecho de que siempre haya prevalecido el apellido paterno sobre el materno es una cuestión machista. Ahora, esto que he leído de que se aplicará el orden alfabético (en caso de que no se muestre preferencia o en caso de que no haya acuerdo entre los padres), pienso que podría suponer (con el paso de los años) una pérdida de los apellidos que empiecen por las últimas letras del alfabeto (vamos que ... será más probable que desaparezca Zapatero y prevalezca Aznar, o ... si no desaparece, habrá muchos más Aznar que Zapatero).
    Y ... por cierto, mi opinión es que en nuestro país hay hoy en día problemas mucho más graves causados por el feminismo que causados por el machismo y si no, echémosle un vistazo a las leyes del divorcio, en las que siempre prevalece la mujer frente al hombre. Eso sí que es triste, ver cómo mujeres cabronas les sacan hasta el hígado a sus maridos porque ... la ley les ampara. Y no te digo nada de esa ley que suele dar prioridad a la madre para que se quede con la custodia de los hijos. Esto SÍ me parece preocupante.

    ResponderEliminar